Hace muchos tiempo en las tierras calurosas del occidente, se erigia un reino consagrado Vicario, los parajes torrientes de estos lares consumaban los sesos.
Vicario imperaba bajo la mirada vigilante de su parco soberano, un hombre ameno en ideales y de grandes luces. Este feudo mantenia virulentas disputas con una monarquia de grandes extensiones de terreno, elevada poblacion semejantes caracteristicas al reseñado reino anteriormente, este se designaba Eter, las dos comarcas se encontraban frecuentemente en batallas, como eran natural en ese siglo, por adquirir tierras intermedias en los dos reinados.
El rey de Vicario para contrarer ayuda y no solo agazaparse con sus debiles arsenales ante los ataques que desmoronaban su ciudadela, decidio amargamente entregar a su hijs en dispocision de quien qusiera tomarla como esposa. Arinnis era la hija del patriarca, joven, de bealdad exorbitante, ojos negros cmo una noche sin luna, cabellera como un jacinto negruzco que ondaba a su espalda y unos labios que albergaban una sonrisa blanca y deslumbrante en su claridad.
Arinnis cautelosa y sigilosa como un gato negro escurridizo, se fugaba del castillo cuando la luna entregaba sus hazes de luces parsimoniosas, deambulaba por las plazas asoladas por la soledad, y sorteaba cualquier mirada fisgona de algun subdito impertinente hasta llegar al prado situado no muy lejos del castillo de su residencia. Esa noche no fue distinta escapo silenciosa como pasos sobre la arena mojada del mar, y llego sin complicaciones al prado, el paisaje de la pradera le imbuia meditacion solo se dejaba caer cual larga era en la alfombra uniforme verdosa y miraba el firmamento que abria sus puertas a los mas galantes astros y coquetas estrellas que asistian a su baile, mientras la luna reposaba como pintada sobre un lienzo oscuro, y se dignaba hacer confidente de la princesa, un estruendo diluyo en terrible realidad su letargo, eran pasos de alguien aproximandose, una figura cayo de bruces frente al umbral que daba entrada al recinto. Era un joven de ojos azules, de igual hermosura desbordante en sus facciones de cristal que la princesa, compostura fuerte y de tez oscura, era el prinpie Arg de Eter, el pais vecino, el de la rebatiña con Vicario. El principe habia huido del mandato de su padre rey de Eter, que queria hacer lo propio con su hijo al conseguirle matrimonio con alguna princesa que al casarlo debia acudir con presteza a la resfriega que formaban estos reinos vecinos.
La princesa sintio un exitacion en su curiosidad y extasiada por la belleza del joven se acerca, el muchacho al percatarse de la mirada que lo observaba agazapada en las sombras, se incorpora inmediatamente.
Los jovenes divisaban como el corazon del otro palpitaba descontroladamente fuera de su pecho, sin mediar palabras fue como si se recontrasen dos amantes confinados a su separacion por muchos años, su ojos despedian brillos a la desmayada claridad de la luna, sus miradas eran de lasciva, ardian en deseos de acariciarse mutuamente, por fin poniendo fin a esta dinamica amorosa, que equivalio a mil caricias con la vista, a mil desvestiduras con el olfato y a dos mil besos con las sonrisas que se profesaron. El principe inscrepo con voz tierna y dulce.
— Ojos de mis ojos, silueta cautivadora de miradas, belleza digna de caricias sin cuentos, me has prendado tan solo con verte.
— Amado mio tus miradas me reconforntan, me hacen temblar saturada de tu amor y alivian las penas que cargo, como quisiera tenerte todas las noches junto a mi.
— Y que escarnio nos impide semejante demostracion de afecto.
— El deber de casarme, que ahora es un padecimiento agrio despues de conocerte.
— Te seguire amando, te seguire amando cuando el sol salga de noche, cuando la luna salga de dia, cuando arraigue nieve en primavera y en el invierno el calor sea insoportable, te amare aunque no haya sentido de hacerlo.
— Yo esperare. Hasta la inminentemente muerte tu llegada como mi amor genuino.
Los principes pasaron la vida de la noche, en las caricias mas cariñosas, en los besos mas profundos, colmados de felicidad recibieron la luz del alba que doraba las rosas que eran su lecho, los lirios y jacintos de derredor, la ciudad despertaba a pocos palmos de su talamo y debian despedirse, los dos se entregaron a las señas y actos que desmotraran la tristeza que se sembraban en su adios, que solo maduraria en nuevo encuentro y recogerian las desgracias como frutos deliciosos y dulces.
A su llegada la princesa a el soberano de su padre, fue castigada y recluida a un solitario confinamiento en una de las torres mas elevadas que poseia el castillo y sobresalia de su silueta, su encarcelamiento en la tibia y sombria soledad, lo paso pensando en el principe.
Pasaron las semanas y las semanas, los dias eran arancados como hojas de primavera por la ligera brisa que sopla, y la princesa la inundaba la esperanza de encontrase con su amado en otra ocasion, pero sus esfuerzos fueron infimos, la llegada del principe nunca se precipito. Hasta que una noche gelida que mitigaba el calor enervante de esas tierras, se podria decir que una noche gentil en servicencia y cosideracion. La faz del principe se materializo bajo el anhelo de la joven, pero sus ojos anegados en lagrimas, escurrian una pena perceptible y palpable, que se deslizaba por sus mejillas.
— ¿Que sucede amada mia? Pregunto el joven con voz temblorosa de preocupacion.
— Es que debo casarme dentro de un mes, dijo la muchacha pletorica de belleza y se rindio en continuos sollozos.
— Nuestro amor lo puede todo mi amor — Instaba el principe.
Esta fue el ultimo encuentro de la pareja, en dias ulteriores el pais Vicario olvidandose de la justa contra el pais vecino y sus habitantes entregados a las mas grandes muestras de alegria y felicidad, esperaban y organizaban los preparativos de la boda de presuncion de la princesa.
Si, que el amor es la logica y sabiduria, ilogica a la logica y sabiduria, los dos adolesecentes se querian tanto, un amor tan puro como la gota de lluvia que resbala por la rosa en el rocio o solo aventajable con el amor sincero que una madre le adjudica a su hijo. Los principes caian en la ensoñacion por el otro por dias, dormian para soñar, tanto que duraban en ensismamientos incalculables, durante estas visitas al mundo de los sueños y fantasia eran encuentros dulces y agradables con su amado, solo se reunian en estos alucionaciones o delirios. Todas las noches ulteriores a este descubrimiento, los jovenes se acostaban temprano en sus calmas con dosel, escurriendo emociones de encontrarse con su amado.
Pasaron las semanas y aun se precipitaban a encuentros con la mente, si me pregunta como sucedio tal acto sobrenatural, tuviera que absorberme en un mutismo de los mas completo, sin contestar, al no encontrar alguna respuesta logica para semejante disparate.
Se palpaba con las ansias, se besaban con las emociones, con la mente se desnudaban y gozaban deleitandose con sus fantasias, se escabullian, escapaban, huian, del mundo, hasta enamorrarse desenfrenadamente con anhelos febriles del otro mediante el medio de los sueños.
Se realizaron a la postre las dos casamientos, a los cuales los principes se resistian encaradamente, pero ¿ Quien opone la verdad si la implantan a la fuerza?. Fue una boda normal para los de esa alcuirnia, los dos casamientos de presuncion y prestigio que merecia una boda de las familias mas abolengas y de prestigio.
Al cabo de poco tiempo los principes siguieron sus encuentros en los sueños, su esposo y esposa duermen mientras ellos se dirigen a ver su amado, y asi durante mil noches, en una la princesa desperto embarazada sin haber realizado el acto sexual con su marido, al esposa lo atenazo en desasosiego inmenso, de dimensiones incontrolables, pero lo acepto asi y la princesa sonreia picarona al saber de quien era el hijo que se aproximaba.
3 comentarios:
Increible, escribes muy bien, la historia es interesante, tienes un buen vocabulario, me gusta mucho. Oye no se como, pero se me borro tu msn podrias darmelo de nuevo? O agregame otra vez es daniela_221195@hotmail.com y no te preocupes, definitivamente eres un muy buen escritor
Hola, soy Carlota.
Lo siento, es que no tengo Face :( , pero si hay alguna manera de estar en contacto mediante este blog, me gustaría que compartiéramos relatos y así mejoraremos los dos.
Ya verás, seremos tan famosos que tendrán que estudiar nuestras vidas en las escuelas. Jajajaja.
PD: Carlota es el nombre un personaje que yo inventé, pero me he presentado así para que me reconozcas. En realidad me llamo Teresa. Mucho gusto.
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